jueves, 17 de diciembre de 2009

AVATAR, de James Cameron

Mañana, viernes 18 de diciembre, se estrena a nivel mundial el último filme de este afamado director canadience. Quienes acudan a ver esta producción de Sci-Fi no se verán defraudados: este es cine de entretenimiento en su más alto nivel.



Quienes conozcan la trayectoria de este cineasta encontrarán guiños a sus anteriores películas aquí y allá: las intensas escenas de acción, así como los deslumbrantes efectos especiales que las acompañan, recordarán a la memorable Terminator 2; la historia, basada en la relación problemática entre una raza nativa y otra extraterrestre, al estilo de The Abyss; y, finalmente, una conmovedora historia de amor que no defraudará a las fanáticas de Di Caprio en Titanic.



Pero, ¿qué ofrece AVATAR como novedoso? En términos narrativos nada. Los personajes son acartonados y estereotipados; la historia de amor no es otra cosa que Pocahontas del espacio. Ahora bien, visualmente la alianza de Cameron con Panasonic aspira a revolucionar la manera en como experimentamos el cine. Y resalto que aspira. Su propuesta 3D es interesante, pero a medida que avanza la película pierde relevancia y queda la sensación de que el recurso no es aprovechado más allá de lo que estamos acostumbrados a ver. Por otra parte, los efectos especiales son deslumbrantes, es cierto, pero hoy en día, ¿cuál producción de Hollywood no ofrece efectos deslumbrantes? En otras palabras, y para terminar, AVATAR será para su audiencia una película excelente que en el fondo no es otra cosa que una megaproducción más, cuyo merchandising encontraremos en las cajas felices de los restaurantes de comida rápida y sobre el que se basarán los juegos de video que ya todos conocemos.

p.d. agradecimientos especiales a alejandro plata.


0 comentarios:

Publicar un comentario

 

Suscríbete al Feed