He de confesar que la mayoría de las reseñas de horror que encontrarán aquí serán de zombies: de todos los miembros de las legiones de ultratumba éstos son mis favoritos.
Así pues, este domingo les traigo DAY OF THE DEAD, tercera entrega en la línea de películas de zombies de George A. Romero, antecedida por Night Of the Living Dead (1968; pionera dentro del género) y Dawn of the Dead (1976; la preferida entre los fanáticos más recalcitrantes). De las películas de zombies que he visto hasta ahora ésta es mi favorita, por dos razones principalmente: la situación de los personajes y los efectos especiales. Verán, la historia transcurre en las entrañas de un búnker luego de que los zombies han dominado la superficie de la Tierra. La esperanza de encontrar una cura para el terrible virus que amenaza con acabar con la humanidad es cada vez menor, y los personajes se ven invadidos por la desesperanza, el desconsuelo, la desconfianza y la desesperación a un ritmo acelerado. Son precisamente estos sentimientos de desolación los que conducen inexorablemente a un terrible desenlace lleno de increíbles efectos especiales, cuando las pantallas de cine aún no se encontraban dominadas por las cada vez más mediocres CGI (sólo hay que echar un vistazo a la pérdida de calidad en cada nueva entrega de la saga de Star Wars). Ninguna de las actuaciones es sobresaliente y algunas, en especial la de los soldados, son terribles; de hecho el mejor papel lo hace Bub, nada más ni nada menos que un zombie. Empero, esto no quiere decir que el resultado final no sea bueno, de hecho es excelente, de modo que prepárense para ser testigos de un baño de sangre y tripas, desmembramientos y decapitaciones como ningún otro.
Mi calificación (sujeta a cambio): 9.0
¡Que la DISFRUTEN!
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