lunes, 10 de agosto de 2015

Destroy Erase Improve - Vigésimo Aniversario


En un 1995 lleno de opciones de música pesada se coló entre los círculos de metaleros el Destroy Erase Improve de Meshuggah, un álbum rarísimo con vastas virtudes que le valió a Suecia uno de los espacios que ocupan desde entonces en materia de música popular occidental. Además de extremo, este disco está construido de forma tan compleja como cualquier exponente progresivo que se hubiera escuchado hasta entonces (y hasta hoy en día), y producido impecablemente para favorecer el virtuoso ensamble que ataca tus oídos con su poder sónico y luego tu entendimiento con su compleja composición y ejecución.

La apertura con Future Breed Machine es grandiosa. Unos segundos de industrial que sumergen al oyente en el concepto del álbum abren paso a la exquisita base rítmica de Meshuggah y a la demoledora voz de Jens Kidman con la que creas un vínculo instantáneo. Minutos después caes en cuenta que pegan con el extremo pesado y rematan con el experimental o "jazzero", anunciado en este caso por un arpegio realmente inesperado. Por cierto, los compositores principales del álbum son el baterista Tomas Haake (un buen video de Haake tocando aquí...) y el guitarrista principal Fredrik Thordendal quienes sorprenden con su destreza.

Soul Burn (una de mis favoritas), se destaca por mantener un groove contagioso que no puede detenerse por más punteos extraños o cambios de ritmo que aparecen de repente y amenazan con desviarla a territorios desconocidos. En el minuto final pueden escucharse coros hardcoreros en el que se intercambian gritos en stacatto entre todos los integrantes, otro posible sello de esta banda (este detalle se escucha también al final de Vanished).

Transfixion (video), una de las más concisas del álbum es otro buen ejemplo de esta música. En tres minutos y medio (por debajo del promedio de duración) una base rápida y uniforme permanece descrestante hasta un único cambio drástico que lleva a un espacio elevado donde termina la canción. Ahora, los episodios que escapan a lo extremo son escasos. Aunque en muchas partes hay lugar para que los guitarristas experimenten con otros trucos y efectos, solo en la instrumental Acrid Placidity (un aporte del entonces recién llegado guitarrista Mårten Hagström) se puede tener poco más de tres minutos de esta magia y tranquilidad.

Otros ejemplos interesantes del Destroy son Terminal Illusions (video), o el Inside What´s Beneath Behind, temas donde también se pueden apreciar todos los detalles ganadores que hicieron de esta banda un referente obligatorio del metal actual, que así como en ése entonces relevó a tantas otras que salieron a engrosar la oferta comercial de música pesada, hoy continúan siendo tema de discusión con su propuesta agresiva y retadora con la que todavía te rascas la cabeza y preguntas "¿Qué carajos es ésto?".

Feliz aniversario!


No tengo idea de la fecha de estos shows...


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