Por muchas razones Lollapalooza se ha convertido en una referencia obligatoria para eventos masivos de música popular. En esta entrada quiero compartirles algunas consideraciones sobre el tema, así como unos reportajes/memorias de la última versión del festival que se realizó en Santiago de Chile, el pasado 6 y 7 de abril, para tener presente esta escena a nivel latinoamericano.
Como muchos de ustedes sabrán, Lollapalooza inició gracias a la gestión que en 1991 hiciera Perry Farrel con ocasión de la despedida de su banda Jane's Addiction, una de las principales influencias de la música en los años noventa. Haberle abierto este espacio a otras propuestas, aparte del género alternativo, lo hizo festival, mientras que haberlo llevado a diferentes espacios (en un época sin Internet) lo hacía tour. Desde 1991 y hasta 1997 el festival se movió por Norteamérica y fue una gran vitrina para la música del momento.
Después de los cambios que trajo la tecnología en la industria de la música el festival ajustó su organización, y a partir de 2005 se escogió el Grant Park de Chicago como sede principal, donde se realizaba un único show anualmente. En 2011 se unió el parque O´Higgins en Santiago de Chile, en 2012 el Jockey Club en São Paulo y, finalmente, en 2013 el Yarkon Park en Tel Aviv, para completar cuatro versiones anuales en la actualidad.
Desde siempre, los line-ups (o bandas participantes) han sido mi principal interés en Lollapalooza, pues generalmente exponen el estilo de música que más me gusta. Pero habiendo asistido por primera vez hay varias cosas que también me llaman la atención como bogotano, por ejemplo: ¿Porqué Santiago?
La historia política de Chile explica en parte el fenómeno de la alta demanda de música popular anglo en este país, lo que a su vez es un antecedente claro de las posibles respuestas. Aunque es curioso que este país al que triplicamos en población nos triplique en consumo de Rock, detrás de Lollapalooza Chile hay varios méritos por reconocer.
La inclusión de Santiago de Chile como sede del festival en 2011 se le atribuye a algunos jóvenes chilenos productores de espectáculos (actualmente, Lotus Producciones), quienes en provecho de la demanda de música en su país contactaron a Perry Farrell para proponer esta franquicia del festival. Después de la visita del citado fundador a Santiago y de haber constatado la vocación de esta ciudad para realizar el evento, se aprobó el proyecto cumpliéndose este año la tercera versión consecutiva de manera exitosa.
En los videos que verán a continuación quedan muchas cosas claras: patrocinio de grandes empresas del sector privado (Claro, Coca-Cola, LG, Playstation), un parque metropolitano con excelentes condiciones para el evento, que incluyen metro como principal medio de acceso, poca policía y miles de personas felices.
Para terminar hay que mencionar dos cosas adicionales: primero, aunque en los conciertos masivos en Chile existen dos localidades (lo que conocemos como boletas "caras" y "baratas"), hay una diferencia grande en comparación con Colombia, que consiste en que quienes pagan más tienen acceso a zonas específicas con más opciones de consumo y comodidad, más no a un lugar privilegiado para ver los espectáculos. Durante un show ambas localidades tienen el mismo chance de ubicarse. Segundo, es importante señalar que el acceso general a los dos días del festival costaron aproximadamente $300.000 pesos colombianos.
La historia política de Chile explica en parte el fenómeno de la alta demanda de música popular anglo en este país, lo que a su vez es un antecedente claro de las posibles respuestas. Aunque es curioso que este país al que triplicamos en población nos triplique en consumo de Rock, detrás de Lollapalooza Chile hay varios méritos por reconocer.
La inclusión de Santiago de Chile como sede del festival en 2011 se le atribuye a algunos jóvenes chilenos productores de espectáculos (actualmente, Lotus Producciones), quienes en provecho de la demanda de música en su país contactaron a Perry Farrell para proponer esta franquicia del festival. Después de la visita del citado fundador a Santiago y de haber constatado la vocación de esta ciudad para realizar el evento, se aprobó el proyecto cumpliéndose este año la tercera versión consecutiva de manera exitosa.
En los videos que verán a continuación quedan muchas cosas claras: patrocinio de grandes empresas del sector privado (Claro, Coca-Cola, LG, Playstation), un parque metropolitano con excelentes condiciones para el evento, que incluyen metro como principal medio de acceso, poca policía y miles de personas felices.
Para terminar hay que mencionar dos cosas adicionales: primero, aunque en los conciertos masivos en Chile existen dos localidades (lo que conocemos como boletas "caras" y "baratas"), hay una diferencia grande en comparación con Colombia, que consiste en que quienes pagan más tienen acceso a zonas específicas con más opciones de consumo y comodidad, más no a un lugar privilegiado para ver los espectáculos. Durante un show ambas localidades tienen el mismo chance de ubicarse. Segundo, es importante señalar que el acceso general a los dos días del festival costaron aproximadamente $300.000 pesos colombianos.
2 comentarios:
Hey chicos!
Nos perdimos desde la entrada mientras reclamamos las manillas, ¿recuerdan?
Se ve que la pasaron igual de bien que nosotras.
Grande Lolla!
Un abrazo.
Diana M.
Hey Diana, lo máximo este reencuentro virtual !
Fue un gran festival, efectivamente.
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