Aunque soy consiente de que no es el favorito de la crítica ni de los fans, quiero celebrar este aniversario. Hace tres años les compartí en este espacio un artículo algo disperso donde manifestaba que me gusta mucho éste álbum y que lo destaco por ser el segundo giro en la discografía de Metallica y a su vez por ampliar el panorama rock en la década pasada. En la actualidad su sonido me sigue pareciendo singular, pero en un décimo aniversario lo que más llama la atención es el tiempo que ha cumplido en manos del público, lo que nos permite hacer mejores juicios y entrenar la memoria colectiva.
Esta vez quiero agregar que musicalmente tiene una dinámica básica pero entretenida basada en riffs de guitarra sencillos y pegajosos alternando la velocidad del ritmo permanentemente, duplicándola o disminuyéndola a la mitad, creando un estilo que acabo de bautizar como groove n´ trash. Nada mal para un junio de 2003.
Ahora, si a su sonido crudo y su base rítmica le sumamos la energía de un James Hetfield recién salido de rehabilitación, tenemos un acercamiento al Hardcore bien interesante.
Esta vez quiero agregar que musicalmente tiene una dinámica básica pero entretenida basada en riffs de guitarra sencillos y pegajosos alternando la velocidad del ritmo permanentemente, duplicándola o disminuyéndola a la mitad, creando un estilo que acabo de bautizar como groove n´ trash. Nada mal para un junio de 2003.
Ahora, si a su sonido crudo y su base rítmica le sumamos la energía de un James Hetfield recién salido de rehabilitación, tenemos un acercamiento al Hardcore bien interesante.
Feliz aniversario !
A continuación Some Kind of Monster en los ensayos de St. Anger. Justo antes de que empezaran a verse realmente viejos.
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