lunes, 25 de mayo de 2015

Out Of Exile - Décimo Aniversario










Para el año 2000, Brad Wilk, Tim Commeford y Tom Morello eran sinónimo exclusivo de Rage Against the Machine. Casi por una década, acompañaron a Zach de la Rocha en su epopeya musical contra el sistema, dentro del sistema. Muy a pesar del éxito comercial y trascendental de Rage Against the Machine en una generación contestataria y alternativa como la noventera, lo cierto es que esta fue una banda que con cuatro discos encima, tuvo muchas dificultades para equipar el nivel, calidad e impulso de su primer disco homónimo (1992). Hoy, después de un par de giras de reencuentro, es claro que Rage y de la Rocha tuvieron su década de oro en los noventas.

Lo que nadie esperaba para el inicio del milenio, es que fueran Wilk, Commeford y Morello quienes mantuvieran vivo el sonido RAGE y lo llevaran a una evolución necesaria y deleitosa para el rock del nuevo milenio. Esta labor sería realizada de la mano de Chris Cornell (Soundgarden/Temple Of The Dog), una de las voces más exquisitas que nos dejaron los noventas y cuyo registro vocal le dio libertad al trío instrumental para ser más versátil y permitirse redefinir su sonido. El auto-titulado Audioslave (2002) avisó con fuerza lo que sería la gran trilogía (Audioslave - Out of Exile - Revelations), pero en su momento recibió críticas pues sonoramente parecía todavía un disco de R.A.T.M. acomodado al registro de Cornell.

Out Of Exile (2005) no solo marcó el sonido original de la banda, siendo probablemente su mejor momento, sino además uno de los mejores discos de toda la década. Desde el principio Your Time Has Come y el solo intermedio de Tom Morello, el disco avisa un sonido único: Rock orgánico de los setentas, mezclado con funk y power grunge, con un ingrediente algo desconocido: Los solos de guitarra del siglo XXI de Morello. Quizás en este momento él comprendió que no siempre era necesario utilizar la suela del zapato o el cable de la guitarra para demostrar su talento. Al contrario, las canciones suenan más elaboradas, con dos o tres guitarras que evidencian su capacidad para componer más allá de sus estrambóticos solos, y apoyando la base rítmica que por lo general le correspondía a Commerford exclusivamente. Be Yourself y Doesn´t Remind Me si bien son singles poco complicados de entender, marcan una distancia entre Audioslave y las bandas previas de sus integrantes. Para los críticos del momento, Out Of Exile fue demasiado suave para el sonido al que nos acostumbraron sus integrantes en el pasado, pero la realidad es que este álbum marcó el sonido independiente de la primera gran super banda de los años dos mil.

Pero no son los singles los que marcan la diferencia, son las canciones que solo el gomoso escucha y será por lo general el público que sin duda le interesará esta reseña. Los singles si bien marcaron el sonido de la banda, no son el punto máximo de la banda. A continuación una reseña de estos puntos desconocidos del disco: 

Intermedios:
Out Of Exile, canción No. 2 del disco y que en mi franca opinión, pudo ser la verdadera balada de la banda. Este rol lastimosamente le correspondió a Like A Stone del primer disco que quedó en la memoria colectiva de la década siendo uno de los pocos temas flojos de la banda. Out of Exile es la primera balada-rock-soul del disco que pasó de largo a una década de jóvenes que nunca tuvieron edad o agallas para acercarse a Rage o a Audioslave

Drown me SlowlyThe WormMan Or Animal, tres temas de soul rock que alimentan la hora de duración del disco y que evidencian bases rockeras básicas en los ingredientes, dejando de lado las canciones para saltar como Cochise y Gasoline del primer disco.

Para olvidar:
Dandelion .... una de las cinco canciones de Audioslave que podrían haberse omitido para quizás haber logrado dos discos perfectos. 


Superiores:

Yesterday To Tomorrow: Una de las mejores baladas rockeras de la década, comparable si acaso con Shadow On the Sun del álbum debut. #1 Zero: Mi canción favorita de la banda. Una de las razones por las que Tom Morello diría años después que Audioslave y Cornell le dieron al trío musical la versatilidad necesaria para hacer música diferente. Esta canción jamás hubiera existido en la musicografía de Rage ni SoundgardenThe Curse: Un cierre impecable en el mismo espíritu soul del disco.

(Wilk, Morello, Commerford y Cornell en la época)
Por rickiwarrior.


En una década en la que se definían nuevas formas del rock y el consumo digital de la música se consolidaba a pasos agigantados, la industria musical (Epic e Interscope de Sony y Universal respectivamente), hizo una apuesta muy interesante con Audioslave, una mega banda cuyas bases se fundamentaron en aprovechar dos grandes fórmulas de los años noventa: La incesante composición musical y virtuosa voz de Chris Cornell y el impecable ensamble de Brad Wilk, Tim Commerford y Tom Morello, quienes con Soundgarden y Rage Against The Machine elevaron los estándares de la música alternativa a niveles inesperados años atrás.

Esta tarea se la encomendaron al maestro de la producción Rick Rubin con quien debutaron en 2003 con el álbum Audioslave, el cual estuvo precedido por gran expectativa generada principalmente por la curiosidad que generó la unión de integrantes de dos de las bandas más grandes de los noventa, y el cual tuvo una decente exposición en medios con sus sencillos y sus videoclips. No obstante, la crítica especializada coincidió en que al proyecto le faltaba madurar.

Dos años después, en febrero de 2005, se abrieron paso de nuevo con su sencillo Be Yourself  (video) que anunciaba el estreno del Out Of Exile, su segundo disco que si bien se construyó en las mismas condiciones que el anterior, efectivamente demostró la madurez que reclamaba la crítica. Esto indicó que los ex-R.A.T.M. y el ex-Soundgarden lograron vincularse artísticamente para lograr un trabajo digno y memorable tanto para sus seguidores clásicos, como para las nuevas audiencias.

Out of Exile es un resumen magnífico de todo lo que propuso Audioslave en sus seis años de existencia, su rock duro de alcance masivo con inclinación funk en lo rítmico, riffs demoledores, las exploraciones en la guitarra de Morello, varias baladas hermosas, y un breve cuarto de hora de esta banda que es un detalle relevante en la hoja de vida de sus creadores y un disco de respeto entre fanáticos.

Entre mis favoritas están la que le da nombre al álbum, el hit single Doesn´t Remind Me (video), la hermosísima Heaven´s Dead y The Worm.

Feliz aniversario!



En 2005 también tuvo lugar el concierto gratis de Audioslave en la Tribuna Anti Imperialista José Martí en La Habana, Cuba, el primero de una banda americana de rock en este país, ante un aproximado de 50.000 personas.



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