sábado, 23 de mayo de 2015

Tales From the Punchbowl - Vigésimo Aniversario








Hace 20 años, el 23 de mayo de 1995, Primus presentó su cuarto disco, y para muchos el más maduro de toda su carrera, Tales from the Punch Bowl. Después de la expectativa creada con sus trabajos anteriores, sobre todo Frizzle Fry y Pork Soda, y haberse presentado en Lollapalooza en el 93 y en Woodstock en el 94, el público no tenía muy claro qué esperar de esta agrupación californiana que había irrumpido en la escena del rock progresivo con un sonido poco ortodoxo caracterizado por el virtuosismo de Les Claypool en el bajo y de Tim Alexander en la batería, en yuxtaposición con las guitarras armónicas y complejas de Larry LaLonde. Esta propuesta, bastante innovadora y experimental, poco común en una tradición de rock californiano, donde las guitarras graves y pesadas solían dominar simples compases de 4/4s, rápidamente se armó un espacio único para ellos. En 1995 Primus ya se había consolidado con una pequeña vanguardia en una región donde las bandas de rock buscaban sub-géneros a los cuales pertenecer.

Desde el principio del disco (con Professor Nutbutter´s House of Treats) se definen perfectamente los roles de cada instrumento. El bajo abrumador e imponente marca el compás y la melodía principal; la batería, polirrítmica y casi experimental le sigue, mientras que los solos de guitarra de LaLonde, heterodoxos, disonantes, y casi que relegados a un segundo plano, sirven como acompañamiento armónico para juntar y completar el trabajo pesado creado por el bajo y la batería. Sus dos sencillos representan de manera opuesta, la máxima expresión de Primus como propuesta musical.

(Tim, Larry y Les en la época)

El primer sencillo del album, Wynona’s Big Brown Beaver (video) encarna perfectamente el sonido excéntrico de Primus, con claras influencias de estilos como el funk, el bluegrass, y el rock del sur de Estados Unidos. Los dos solos de guitarra presentes en la canción revelan claramente la versatilidad musical de esta banda. El primero es un claro ejemplo de la influencia del noise rock de los 80’s y comienzos de los 90’s, mientras que el segundo es muchos más melódico y folclórico, utilizando técnicas típicas de instrumentos como el banjo y la steel guitar, casi como un homenaje a Grateful Dead y los solos de Jerry Garcia.

What an ingenious device...’ Así empieza el segundo sencillo, que es el otro lado de la moneda y que resume de maravilla la esencia de PrimusSouthbound Pachyderm (video), el cual rápidamente se convirtió en clásico de culto, mostrándonos un lado más sobrio, menos irreverente musicalmente, sin llegar a alejarse de ese sonido que cautivó los escenarios. Esta canción, mi favorita del álbum y entre la discografía, tiene el ingrediente progresivo. Un tema que en concierto puede llegar a superar los 10 minutos, donde Primus demuestra que más allá de las las letras cómicas y la sátira, son una de las agrupaciones más talentosas del rock en una escena llena de simplistas.

La creatividad, ingenio, y talento de Primus es algo que a veces siento que hace mucha falta hace en la actualidad. El virtuosismo por encima de las melodías pegajosas; la innovación musical como motor creativo; el humor como personaje sin convertirse en una broma; el desafío de los estándares y las modas pasajeras… Aún así, a muchos no les gustará su propuesta....

Feliz aniversario!



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