jueves, 18 de julio de 2013

Con el Corazón en la Mano - Vigésimo Aniversario
































Como les comentaba hace unos días con ocasión del vigésimo aniversario de Las Nuevas Aventuras de... La Pestilencia, en 1993 el rock colombiano comenzó a figurar. ¡Y con álbumes! Aunque esta vez llevé la investigación fuera de Internet tampoco fue posible averiguar la fecha exacta de salida al mercado de Con el Corazón en la Mano de Aterciopelados. (Vaya si la memoria es frágil). Sin embargo, y aprovechando que lo tengo en disco compacto, calculo que estamos en el momento preciso para la celebración de sus veinte años porque en los créditos se lee: "Grabado y mezclado en Studio Master Producciones, Bogotá, Colombia en la Primavera del 93". Además, hay un crédito adicional de grabación para Mujer Gala y Sortilegio que indican ése mismo año, así que si fue grabado en primavera, probablemente fue lanzado en verano.

No está de más mencionar como antecedentes que su bajista y líder Héctor Buitrago también fundó La Pestilencia a finales de los 80, luego Delia y los Aminoácidos (junto a Andrea) alrededor del 91, y finalmente, Aterciopelados, para contextualizar este debut señalando que es un disco de punk. Ahora, este es solo un estilo predominante sobre el cual llamo la atención, porque Con el Corazón en la Mano es más que éso. Allí se descubre el diamante en bruto que era Aterciopelados, cuya propuesta resultó de inmensa vocación comercial, tal como se fue comprobando poco a poco con El Dorado y los excelentes trabajos que siguieron.

Mientras el impacto de Aterciopelados se sigue discutiendo internacionalmente, es un placer regresar a Con el Corazón en la Mano para descubrir entre sus temas de rock, las virtudes que hacen un buen álbum. Y en este caso, muchas de ellas tienen nombre propio, pues el talento de Andrea Echeverri como artista es definitivo, ya que desde entonces demostró tener el balance de compositora, cantante y líder con la que todas las bandas deben contar. No solo su voz se destaca entre cantidades de cantantes de rock criollos que no le dan la talla, sino que el recurso de incluir la jerga y el vocabulario local entre sus letras resultó siendo de lo más exquisito de nuestro rock. Por cierto, recuerdo que en su momento (cuando yo tenía once años), este estilo generó alguna polémica cuando los primeros éxitos de Aterciopelados se abrían paso con efectividad entre las audiencias y enfrentaron parte de nuestra tradición conservadora con la idea de esta jovencita cantando Mujer Gala, La Gomela o La Cuchilla.

El álbum transmite mucha energía. Con temas para diferentes ánimos y siempre fáciles de escuchar lo hacen muy amigable. Además es balanceado entre la distorsión y lo acústico así como entre lo rápido y lo lento. Tiene excelentes coros melódicos y poderosos como Para Mi Solito Mal Castigo. Por su parte, No Te Me Disuelvas y La Fe Perdida cierran el álbum con una excelente aproximación grunge. Sin embargo, la mención especial se la lleva Sortilegio, pues no solo resume toda la propuesta y dinámica del álbum sino que no deja de sorprenderme. Es un tema perfecto.

El adjetivo aterciopelados ilustra bastante bien el concepto que aquí nacía pues el terciopelo es una tela sofisticada pero que siempre se ha llevado bien en el underground.

Feliz aniversario!


Que joya este videoclip, deliciosamente noventero...

Pensé que no lo iba a lograr pero aquí está. En vivo 1993. Uff!

Buen canal de rock colombiano el de Felipe Arias-Escobar.

1 comentarios:

Sergio dijo...

Excelente post...!!! Y excelentes Los Aterciopelados...!!!

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