jueves, 5 de febrero de 2015

Foo Fighters - En Vivo - Bogotá D.C. - 31-I-2015 (y otras consideraciones sobre la banda y el Sonic Highways)


Hora de algunas reflexiones sobre el concierto de Foo Fighters en Bogotá D.C. el pasado sábado 31 de enero de 2015. 

Inicio comentando que la organización del evento me pareció muy buena. Esto, teniendo en cuenta que aún en una de las localidades económicas, no tuve incomodidad alguna. En primer lugar, el acceso y la salida fluyeron de maravilla tanto para automóviles como para peatones. Por otro lado la única fila que hice, fue a la salida mientras los miles de asistentes abandonábamos el estadio con sonrisa en la cara (es decir, ni para usar el baño fue necesario hacer fila). También, aunque lejos del escenario, tuve buena visibilidad, muy buen sonido (salvo por el repentino corte de energía que interrumpió el show durante My Hero) y sobre todo, espacio para saltar, bailar y correr emocionado. (La energía de concierto en estadio tiene su encanto)

Para continuar, es importante rescatar la presentación de Diamante Eléctrico, porque abrieron el concierto con dignidad cuando generalmente las presentaciones de los "teloneros" nacionales son flojas. Durante el concierto comprobé que para mi, Diamante evoca fuertemente otras bandas actuales (como Babasónicos, Jack White, Black Keys, entre otras), lo cual no me mata, pero el punto aquí es que lo hicieron profesionalmente, ensamblados, con fuerza, dinámica y sin decir tonterías. Por eso se merecieron todos los aplausos. Ahora, aunque solo quería hacer este pequeño reconocimiento a la banda nacional que aprovechó tan bien esta corta, pero grande oportunidad, al respecto les recomiendo el artículo del blog Subterránica, titulado Foo Fighters: La Columna que Nadie Va a Escribir Sobre el Concierto. Allí se llama la atención sobre el tema, así:
"[...] por lo tanto ellos solo pueden escribir sus resúmenes de lo que pasó, del gran y magnifico concierto que dieron los Foo, de la magistral clase de rock que recibimos los rockeros de Bogotá, de tal vez un momento irrepetible, pero de nuestro rock, de nuestra banda local, eso ni lo nombran [...]"
Ahora, algo de antecedentes.

Hasta 2014, mi relación con Foo Fighters fue de simple respeto más que de fanático. Durante diecinueve años vi ir y venir este proyecto unipersonal con cara de banda, con sus numerosas producciones, videos, éxitos, y un par de momentos especiales donde sucumbí a la inminente vocación comercial de la composición rock pop de Grohl. Sin embargo, aún con todo el éxito que los ha rodeado, nunca sentí un aporte sólido de Foo Fighters aparte de mantenerse activos por tanto tiempo. De hecho, lo que en un principio me impulsó a ir al concierto, fue mi admiración por Dave Grohl, y aunque los Foo son la faceta más longeva de Grohl, ésa admiración nació cuando lo vi sentado en la batería como un Queen Of The Stone Age, en la era Songs For The Deaf; continuó creciendo cuando grabó las baterías del álbum With Teeth de Nine Inch Nails, y del tema Run With The Wolves de The Prodigy, también, cuando lo vi tocando junto a John Paul Jones en la bandota Them Crooked Vultures y finalmente, cuando vi su debut como director audiovisual en el documental Sound City (2013).

Ahora, todo esto cambió con la llegada del Sonic Highways. Una vez atrapado por la genial Something From Nothing, el álbum empezó a funcionar a un nivel que ni siquiera The Colour And The Shape (mi favorito hasta el Sonic) había funcionado hasta el momento. Luego, entusiasmado por este gran paso adelante en la discografía de los Foo, decidí revisar la serie de documentales del mismo nombre, estrenados en HBO hacia finales de 2014, y la sorpresa fue inmensa. A la fecha he visto siete de los ocho capítulos y el impacto ha sido fantástico ya que mientras Grohl evolucionó su oficio de compositor escribiendo su nueva música y líricas inspirado en una investigación sobre la música en su país (al mismo tiempo que registra el proceso de grabación de cada tema del álbum), pude ver por primera vez a los Foo Fighters funcionar como una banda. Por esto, considero que el Sonic Highways entra a competir como uno de los mejores álbumes conceptuales de la historia del rock.

Así las cosas, al primer impulso de ir a ver a Grohl en vivo, se sumó el de ver la banda en su integridad, y por supuesto, hacer parte de la gira mundial del Sonic Highways.

Entonces, teniendo en cuenta que solo tocaron tres temas de ése álbum (Something From Nothing, Congregation e In The Clear), el concierto de los Foo terminó siendo un clásico concierto de antiguos hit singles, como suele acontecer con bandas así de masivas. No obstante, aún sin considerar como punto a favor que la amplia lista de hits sea (como efectivamente es) buena, el concierto se destaca por el frontman, pero también por la banda. Primero, el carisma de Grohl es infinito. No solo el tipo demuestra sus capacidades musicales con la guitarra y su voz (que sin ser impresionantes, son muy buenas), sino también saca muy buen provecho de su estatus de ídolo, tanto por lo que representa para la historia del rock, como por su arrolladora personalidad, que por 20 años hemos constatado que es genuina. Así, su humor y sentimiento destacan este concierto.

Pero la banda logró demostrar un excelente nivel. En parte, por haber tocado tres horas, por los extensos jams en los que se aventuraron durante varios de sus temas (como aconteció durante Monkey Wrench, uno de los grandes momentos del show para mí) y por ése intermedio de covers que se tocaron de forma muy competente por diversión y que refrescó la dinámica del concierto. (Por cierto, emocionante ver a Pat Smear y a Nate Mendel, ya que ellos también hicieron parte de la historia del rock con The Germs y con Sunny Day Real State, respectivamente)

Entonces, aunque habría preferido más temas y referencias al Sonic Highways, el concierto fue sabiamente enfocado en el entretenimiento que demandaba la mayoría, de manera brillante. Por eso me uno a todas las excelentes calificaciones sobre este evento.

P.D.: Uno de mis momentos favoritos del concierto fue durante la presentación de la banda. Cuando Grohl se presenta y señala que no puede hacer solos con la guitarra, anuncia que tiene algo que nos va a gustar y empieza a tocar Black Bird de los The Beatles. Fue hermoso y me recordó mucho a Paul McCartney parado en el mismo escenario hace año y medio, tocando el mismo tema.

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