martes, 9 de febrero de 2010

SILENI (2005). DIR: JAN SVANKMAJER

sileni


“Los elementos están ahora invertidos. Ya no es el fin de los tiempos y del mundo lo que retrospectivamente mostrará que los hombres estaban locos al no preocuparse de ello; es el ascenso de la locura, su sorda invasión, la que indica que el mundo esta próximo a su última catástrofe, que la demencia humana llama y hace necesaria”.

Michel Foucault
Historia de la Locura en la Época Clásica

A sus 75 años, el maestro viviente Jan Svankmajer aún conserva el espíritu maldito y purificador de un realizador recién salido de la academia. Sin reglas, sin manifiestos, sin modas pasajeras, esta eminencia (que se cuenta entre los padres de la animación Stop Motion) insiste y se niega a jubilarse para continuar perturbando a los espectadores, adaptando nuevamente (como lo hizo en 1981 con The Fall of the House of Usher) y con su mejor estilo, a dos personajes eternos en la literatura y el cine: Edgar Allan Poe y el Marqués de Sade. El resultado: Sileni (o Lunacy en EE.UU.). Cuando Lars Von Trier exclamó en Cannes la pendejada de que él era el mejor director del mundo, no se le pasó por la cabeza que el creador de las versiones mas estrafalarias de Fausto o Alicia, o la inolvidable Conspiradores de Placer (esta película confirmó mi culto y adoración por el cine) tramaba nuevos proyectos en su laboratorio de perversiones.
¿Por qué sigue siendo ese Svankmajer violento y rebosante de energía? Bueno, pues precisamente porque este viejo, que se le nota que aún no esta listo para el asilo (y esperamos que nunca lo esté), dispara una fuerte crítica contra todas las instituciones de poder y control existentes (iglesia, clínica, política, etc), como si fuera la reencarnación de un pintor rebelde del barroco. La animación la deja en un segundo plano (una que otra secuencia de lenguas y carnes crudas revolcándose pero con un fuerte contenido simbólico y conductor de todo el discurso que se encuentra detrás), y pasa a desarrollar un alucinante y surrealista relato a partir de unos personajes trastornados y traumatizados por la sociedad, invadidos por sus extravagantes fetichismos (otro de sus temas preferidos) y que cuestionarán los procedimientos de un concepto erróneamente interpretado dentro de nuestra sociedad: los limites de la cordura.
¿Que sucede cuando la locura se toma el poder? La película nos presenta una pequeña muestra de cómo ésta puede llegar a administrar de manera más eficiente que todas las personalidades médicas que se esconden tras las batas de la razón. El artífice de todo este teatro de almas ambulantes por los pasillos de la verdad lo conduce el personaje apodado como “El Marqués” (Jan Triska), centro de la historia y reflejo de la vida que todavía respira el animador checo. La mujer (Charlotte) viene también a jugar un papel muy importante, como el elemento detonador de todo el conflicto, reflejando la dualidad amor-odio por la que es constantemente acechada. Y el personaje de Pavel Liska (Jean Berlot), que vendría a ser la representación del espectador, como la pieza clave que tendrá que tomar una postura definitiva dentro del caos reinante. Los cambios serán devastadores y necesarios para entender todo el rollo. Dejo hasta acá. Sólo puedo decir: Larga vida al abuelo Svankmajer!!! Muy recomendada. Resalto su valiosa dirección de arte y la actuación de Jan Triska.

fragmento


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1 comentarios:

misspex dijo...

como siempre excelente reseña y recomendación... creo q es muy sano estar un poco loco.

y ya que alicia está tan de moda también recomiendo la versión del señor Jan Svankmajer para quienes no la conocen. acá un pedacito:

http://www.youtube.com/watch?v=C5wHMgTPF-s

:)

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