Never Let Me Go es una peli basada en la novela del mismo nombre, de Kazuo Ishiguro. Trata sobre la vida; sobre seres humanos viviendo. La gran pregunta parece ser: ¿qué es vivir? A Ishiguro parece preocuparle esa característica fundamental del hombre, por lo que se pregunta, ¿qué pasaría si viviéramos completamente conscientes de nuestra mortalidad? ¿Si no tuviéramos la posibilidad o libertad de ser? ¿Viviríamos más plenos? ¿Disfrutaríamos más? ¿Amaríamos más?
[Esto recuerda a Phillip K. Dick, ¿no?]
Por medio de una historia de amor destinada a ser negada, la peli explora estas preguntas. Se basa en un amor romántico, adolescente, que sólo puede existir en el mundo distópico que crea Mark Romanek. Habla de esa perfección imposible, de un mundo controlable. La realidad que vemos es tranquila, hermosa pero a pesar de todo, orgánica. Creo que al no mostrar mucho de "el mundo real" y enseñar esa cualidad orgánica del mundo de los donantes, Romanek pretende dejar clara la conclusión de la película (que aquí no comentaré, por obvias razones).
Pero siguiendo con la historia, la protagonista -Kathy- es una mujer valiente, plena y sensible. Desde chiquita se enamora de Tommy, quien termina con Ruth. Ruth siempre sintió una gran rivalidad hacia Kathy, para quien esto resulta una sorpresa. Los tres han sido creados para que de adultos donen sus órganos vitales a sus "originales".
El insight que produce esta mezcla de situaciones no es tan extraordinaria como uno creería. La conclusión de la peli -con un monólogo de Kathy, cercana al final de su vida- es muy simple, y así, es hermosa. Nos hace pensar sobre cómo vivimos nuestras vidas y qué es, en realidad, lo más importante.
No sobra decir que la película me gustó muchísimo y creo que vale la pena verla, así sea sólo para llorarla. ;)
Si a alguien le gustaría leer una reseña del libro, aquí les dejo una buenísima escrita por mi ex profesora Andréa Echeverri en su blog.
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