Uno de los estrenos más esperados del año fue Gone Girl, la décima película del director David Fincher, uno de los niños consentidos de la industria del cine americano, recordado por tantas maravillas como Fight Club, o el video para Judith de A Perfect Circle, así como unos descaches memorables, como Panic Room (el increíble thriller que no te pone los nervios de punta), la eterna y anti-clímax Zodiac, y la ridícula Benjamin Button.
Para bien y para mal, el estilo de Fincher ya es una institución. Por una parte, hay que reconocer lo impecable que es el tipo para narrar historias, ya sea a través de escenas movidas a lo The Girl With the Dragon Tattoo, o en escenas estáticas en interiores como en The Social Network. En realidad es un gusto ver como emplea tanto presupuesto en las diferentes áreas que componen el cine, con su sofisticado equipo de profesionales, como su fotógrafo de cabecera Jeff Cronenweth, y Trent Reznor y Atticus Ross tras el score musical, (como aconteció con tanto éxito en The Social Network). Por éstos y otros detalles característicos de sus fluidas películas, para mi Fincher es sinónimo de calidad.
Ahora bien, no todo es maravilla en esta institución audiovisual. Aunque claramente son gran insumo para que el tipo trabaje, no siempre las novelas que deciden adaptarle a Fincher te van a capturar como Se7en. En el caso de Gone Girl, hay excelentes giros y sorpresas, y una genuina sensación de intriga, sin embargo, la historia se enreda y alarga tanto que termina perdiendo la magia con la que inicia. Por otra parte, tuve una permanente sensación de "ya visto", no por autoreferencias (aunque me pareció ver una a The Game), sino porque ya estás familiarizado con sus trucos. Esto no me resultó gratificante en la medida en que recordé algunas de sus películas que no me gustaron.
No obstante lo anterior, Gone Girl es excelente entretenimiento. Una historia de detectives bien contada, con los mejores villanos posibles, entre ellos, los medios y la opinión pública durante las investigaciones criminales.
Calificación 3.5 / 5
No obstante lo anterior, Gone Girl es excelente entretenimiento. Una historia de detectives bien contada, con los mejores villanos posibles, entre ellos, los medios y la opinión pública durante las investigaciones criminales.
Calificación 3.5 / 5
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