The Yes men fix the world (2009)

El llamado Culture Jamming es una tendencia a la transgresión de los valores vigentes en una sociedad, a través de la sátira y la ironía. Básicamente es burlarse de todo en cuanto haya oportunidad de hacerlo, dejando ver las suturas y defectos de los actuales códigos sociales. Al parecer, resulta una forma muy efectiva (si no lo es así, al menos entretenida) para hacer reaccionar al público actual. Pues bien, los Yes Men (delincuentes o activistas, según la opinión del espectador) eligen esta forma para hacer sus denuncias. Haciéndose pasar por voceros de las grandes corporaciones que dirigen el mundo, empiezan a hacer públicas todo tipo de absurdas ideas y "mentiras piadosas". Ya sea a través de conferencias en donde los privilegiados asistentes quedan sin palabras ante sus disparatadas propuestas, o haciendo declaraciones en los medios de comunicación que nunca serían hechas por un real representante de una multinacional, los Yes Men siempre buscan la forma de revolcar un poco la “inamovible” masa de la elite dirigente.
En el 2004, uno de ellos se hizo pasar por un portavoz de Dow Chemicals y asumió públicamente, y por primera vez, la responsabilidad de la empresa en los daños de un escape de gas ocurrido en la India que causó significantes daños ambientales y humanos (luego de esta declaración, y como era de esperarse, las acciones de la empresa empezaron a bajar notoriamente). Tras algún tiempo de una larga y agitada carrera como “impostores” los Yes Men sacan su segundo documental, The yes men fix the world, el cual, aunque contiene nuevas situaciones, no parece ser la segunda parte del primero, estrenado en el 2006. La idea general de éste, por decirlo de alguna forma, es la misma que el primero: presentar quienes son realmente los Yes Men. Tratando quizás de acaparar una mayor audiencia, este nuevo documental fue co-dirigido por el productor y montador de los documentales de Michael Moore: Kurt Engfehr, y fue presentado en el festival de Berlín.