Weezer es el primer artista que debutó a lo grande en 1994, lo cual es interesante pues con éste álbum vemos que a ése año no sólo lo hicieron grande bandas con trayectoria, sino también bandas nuevas. Su primer álbum epónimo, o "álbum azul" como se conoce normalmente, es es un bicho raro, porque con él entran a compartir la escena y la gloria rock del momento, solo que sin un ápice del toque rudo en sonido e imagen que era el común denominador entre las propuestas del momento. No solo lucían tremendamente "ñoños", si no que además eran el fiel reflejo de su sonido, el cual tiene un carácter definitivamente pop, solo que potenciado magistralmente con el manejo de la distorsión en las guitarras, lo que les dio un alcance amplísimo entre audiencias de diferentes tendencias.
Ahora, estas conclusiones tardaron un tiempo en decantarse ya que en un principio estuvieron en el paredón de la infamia, acusados de impostores, lo que ocurría con frecuencia en la época. De hecho, en un principio creí que se trataba de un disco que no trascendería más allá de sus sensacionales sencillos y éxitos radiales Buddy Holly, Undone - The Sweater Song y Say Ain´t So (y sus fantásticos clips dirigidos por Spike Jonze y Sophie Müller, respectivamente), pero vaya sorpresa la que me llevé al escucharlo completo tiempo después, porque desde su brillante inicio en arpegio y ritmo de 3/4 con My Name is Jonas hasta su final con Only in Dreams, el nivel de este trabajo permanece en lo alto.
Quiero señalar que en mi opinión, aunque siempre han gozado de buena reputación y tienen música muy decente, Weezer nunca volvió a alcanzar este nivel. Después de escucharlo muchas veces y de ver el desempeño de la banda en diferentes videos, mi conclusión es que parte de la grandeza de este álbum tiene que ver con el gran aporte que hizo su bajista Matt Sharp, a quien se le escucha permanentemente en los coros y usando el bajo protagónicamente. Como este integrante fundador partió justo después de esto para continuar su carrera en The Rentals, puedo concluir que este punto alto de Weezer fue alcanzado cuando los otros integrantes (Rivers Cuomo, Brian Bell y Patrick Wilson) trabajaron junto a el. Por supuesto, el trabajo del productor Rick Ocasek en producción fue bastante acertado, ya que logró darle a este disco un sonido especial que cosecha tanto influencias clásicas del indie americano, en una producción limpia como la lograda por Butch Vig en Nevermind. Mi momento favorito del álbum, la tripleta Surf Wax America, Say Ain´t So y el himno nerd In the Garage.
Feliz aniversario!
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