lunes, 20 de mayo de 2013

Jessica Walsh: la niña prodigio socia de Stefan Sagmeister


Jessica Walsh tiene 26 años. Vive en Nueva York y su hoja de vida es estúpidamente envidiable. Se graduó de Diseño Gráfico del Rhode Island School of Design (RISD) y, según nos cuenta su LinkedIn, sale de una a hacer una pasantía en Apple y al año se va nada más y nada menos que para Pentagram. Ahí trabaja por 10 meses y arranca para Print Magazine donde en sólo un año alcanza el cargo de Directora de Arte Asociada. Hace algo más de dos años trabaja para Stefan Sagmeister y en mayo del año pasado se volvió la primera y única socia del legendario diseñador.



El sábado pasado Debbie Millman publicó la entrevista que le hizo a Walsh en su podcast, Design Matters. Aquí ella cuenta sobre cómo llegó a ser socia de Sagmeister. A decir verdad, demuestra estar a la talla. Básicamente Walsh es una overachiever que deja que el trabajo hable por si sólo.



-"Sagmeister no contrata", le dice Millman.
-"Tiene una lista de espera de 3 años. Sé que eres talentosa pero, ¿cómo lograste entrar en su radar?"
-"Stefan era de mis diseñadores favoritos. Su trabajo siempre me ha impactado de alguna u otra manera...y eso es algo muy difícil de encontrar en el diseño gráfico actual. Cuando salí de Print quería irme de freelance y me acerqué a él durante una entrevista para que revisara mi portafolio y me diera consejos para el futuro. Afortunadamente, él se tomó 5 minutos para ver mi trabajo", le explica Walsh.

Comenzó como directora de arte en el estudio de Sagmeister, trabajando de la mano de otros 6 o 7 diseñadores. -"¿Cómo manejaste los famosos sabáticos de Sagmeister?", pregunta Millman. Walsh cuenta que estuvo trabajando un año completo antes de que a su jefe le diera por irse a explorar su creatividad y dejar a un lado el trabajo para clientes. Cuenta que ella había demostrado ser buena manejando todos los aspectos del estudio (financiero, clientes, pasantes, etc.) por lo que su jefe la dejó encargada por los 4 meses que duró su sabático.


Sagmeister & Walsh Interview from The Creative Influence.net on Vimeo.

El 31 de mayo del 2012 el nombre de la compañía cambia de Sagmeister Inc. a Sagmeister and Walsh. Según le cuenta a Millman, la idea era que ella se encargara más del estudio para que él pudiera dedicarle más tiempo a su película: The Happy Film.

En honor a como Stefan lanzó su estudio hace casi 20 años, los dos posaron desnudos para unas postales que se enviaron a todos los interesados. La idea era hacer alusión a las "bolas" que se necesitan para abrir su propio estudio de diseño. Cuando Millman le pregunta a Walsh sobre esto ella responde, nerviosa y con plena sinceridad, que en efecto la desnudéz es un "cheap trick" para llamar la atención pero que fue divertido. Su jefe -ahora socio- le ofreció salir en ropa ultra conservadora y que sólo él saliera desnudo, pero a ella le gustó la idea de salir desnuda y de hacer un "statement". Y es que a fin de cuentas, el trabajo de Sagmeister and Walsh es un statement en sí mismo.






Según Creative Review, "Sagmeister ha usado su cuerpo, literalmente, para avanzar en su carrera. Él ha usado la desnudéz para demostrar una promesa de valor, compromiso, valentía e ingenio. Es de esperarse que estas cualidades se le peguen a Walsh, pero el riesgo es que esta imagen opaque su talento como diseñadora. Es injusto y poco razonable pero las mujeres son juzgadas distinto a los hombres, y las tácticas empleadas tan existosamente por Sagmeister pueden no funcionar tan bien para Walsh."

¿Qué opinan ustedes?

Para conocer más sobre Jessica y Stefan (y otros excelentes diseñadores), les recomiendo enormemente el podcast de Debbie Millman. Además, péguenle una miradita a la página de Sagmeister and Walsh y, por qué no, sigan a Jessica en Twitter (porque es la única que twitea).


Para finalizar, no dejen de ver el último proyecto de Sagmeister: The Happy Show.


2 comentarios:

GABRIELA dijo...

Madafaka! he encontrado su blog, buscando información de Jessica Walsh a quien recien he descubierto y empezado a seguir, y Dios, es una delicia este lugar, andare por aquí y los estare vigilando, jaja, Felicidades.

Anónimo dijo...

Increíble historia! Gracias por compartirla!

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