(La imagen insignia de Queen tomada por el legendario fotógrafo de bandas inglés Mick Rock)
El pasado 8 de marzo no solo fue la fecha para celebrar el aniversario número 20 del Niandra LaDes and Usually Just A T-Shirt, el Superunknown, The Downward Spiral y la centésima tercera versión del día Internacional de la Mujer Trabajadora, sino que además se cumplieron 40 años de la salida al mercado del segundo álbum de la banda inglesa Queen. (Simplemente no me alcanzó el tiempo para cumplir...) El caso es que ha sido un absoluto placer para mi revisar la discografía de Queen porque su música es fenomenal. El año pasado les mencionaba sobre su debut homónimo y la genial coincidencia de que se hubiesen encontrado estos cuatro músicos para empezar esta leyenda.
En este disco se evidencia un gran paso adelante hacia lo que entendemos de ellos. No solo es increíblemente melódico (apreciado especialmente en el White Side, o lado A) sino que además demuestran dominar múltiples estilos, además del heavy metal que los hace tan especiales. Así, a medida que avanza el álbum se van revelando los elementos, progresivos, sinfónicos, power y trash, entre otros, con los que influenciaron bandas tan variadas pero tan importantes como Metallica, Guns N´Roses, Iron Maiden o Muse.
En varios momentos se les siente la fuerza de una orquesta de cincuenta personas y un coro de cien. Lo más importante es Freddie Mercury volando con su voz y elevando consigo a May, Deacon y Taylor en primera instancia, así como a todo aquel que los escuche. Vuelvo y repito, Mercury es de lo más grande del rock y esta es una buena dosis de él. Es más, si quieren sobredosis, les recomiendo Nevermore, para que sientan como en un minuto y medio los hipnotiza solo con mínima ayuda de la banda. Me enloquece.
Otras favoritas, la rockera Loser in The End, la proto-trash Ogre Battle y Funny How Love Is.
Feliz aniversario!
Rooooooooock!!!
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