Es la pesadilla por excelencia para los fervientes creyentes. Llegar a
un extraña isla y ver que le rinden culto a dioses paganos,
celebraciones con habitantes enmascarados, sobretodo visto desde la
perspectiva de un honesto policía, hace de de The Wicker Man una
película aterradora y original. El policía
llega a una isla para investigar la desaparición de una mujer,
descubriendo una extraña conspiración que indica que, aparentemente,
ella fue sacrificada. ¿Quiénes son los culpables? Lo más miedoso de todo
esto es que, podrían ser todos los habitantes de la isla. Cuando en una
película de terror todo es color de rosa y se respira estabilidad, es
porque debajo de ese contexto de amabilidad, siempre estará descansando
una maldita y oscura verdad. El gran gancho de la película está en ver
en tiempos contemporáneos, con religiones definidas, cultos vivientes
predicando y poniendo a prueba su fe a punta de sacrificios, aunque eso
incluya sacrificios humanos. Es uno de los finales mas aterradores que
he visto en cine. Me produce nauseas de solo pensar en el remake que
hicieron con Nicolas Cage. Es pésimo, no la vean, no pierdan su tiempo.
El papel de Christopher Lee como Lord Summerisle es convincente,
entendiendo el historial terrorífico de este gran actor ingles, quien se
ha destacado en el universo de la productora Hammer. La película
también pone a prueba la tolerancia de la religión católica sobre las
religiones paganas, en otras palabras, es blasfemia pura, y de la buena.
martes, 14 de octubre de 2014
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