NIHIL - Vigésimo Aniversario

KMFDM es uno de los proyectos de industrial que mejores logros alcanzó en los años noventa. Después de una década de trabajo y de siete discos lanzados independientemente, es con su octavo álbum NIHIL que finalmente terminan de darle forma a su propuesta, pasando de ser un show alternativo que mezclaba dance con riffs y punteos metaleros, a una respetada banda del underground por su original propuesta y estilo comprometido con la causa.

Aunque radicados por años en Chicago con el apoyo del sello disquero independiente Wax Trax!, KMFDM son alemanes, al menos la mayoría de los músicos que allí participaron y en especial el líder, fundador y único integrante original actual Sasha Konietzko, lo tiene un efecto determinante en su sonido, que muestra una tendencia de club electrónico europeo, por lo cual se diferencian fácilmente de colegas como Ministry, White Zombie, Nine Inch Nails, entre otros.

Si bien ya se habían abierto paso y llamado la atención con algunos temas como Godlike (con el sample del riff principal de Angel Of Death de Slayer) y A Drug Against War, considero que el NIHIL es su primer gran álbum en donde se les escucha en un nivel alto, de principio a fin, con detalles exclusivos de producción y una amplia vocación comercial. Además, está lleno de sorpresas, como voces femeninas, trompetas, la monstruosa guitarra eléctrica de Günter Schulz, y por primera vez en sus discos, batería en vivo a cargo del maestro William "Bill" Rieflin (baterista de Ministry entre 1986 y 1996), lo que lo hace muy real, superior a los usuales beats electrónicos con los que usualmente se defiende KMFDM.

Así las cosas, el disco es una maravilla del género pero individualmente se pueden encontrar también maravillas particulares como las demoledoras Ultra, Flesh (tal vez mi favorita), Brute, las contagiosas Beast y Revolution (sensacional), Search and Destroy, Trust, el discurso de Terror y finalmente, su tema más famoso y favorito de las masas Juke Joint Jezebel. Gran álbum.

Feliz aniversario!

Prefiero mil veces los álbumes sobre los shows en vivo de KMFDM, pero de todas formas esto da una idea clara de como era la dinámica detrás de los discos.