Antes que nada aclaro que mi relación con el cómic es ocasional y que no considero que las películas que estan basadas en ése arte narrativo deban juzgarse bajo un criterio especial, particularmente, desde Batman Begins (2005), que a mi criterio prueba que aún dentro de éste género, la obra debe destacarse bajo los estándares generales del cine de ficción. Dicho esto, me alegró mucho que cuando la regla general es que las franquicias y series de películas de superhéroes (o basadas en cómics) son mediocres, el equipo responsable por la saga X-Men haya fortalecido el enfoque con la cuarta entrega First Class (2011) y la haya consolidado magistralmente con la reciente Days Of Future Past, la cual triunfa donde muchas otras de su clase han fracasado: guión sólido y puesta en escena fantástica.
Retomando la historia de sus cuatro antecesoras, Days Of Future Past plantea un nuevo drama en el universo de los mutantes, que inicia con un viaje desde el más distópico de los futuros hasta 1973, ubicando al espectador en uno de los eventos políticos más relevantes del siglo XX (como se había hecho en First Class), bajo el enfrentamiento idelógico y moral de los emblemáticos polos Professor X y Magneto, quienes encuentran un interés común gracias a Mystique, cuya genial mutación le permite involucrarse a cualquier nivel en la sociedad humana y cuyo plan individual desencadena el presente de la historia.
Con un planteamiento emocionante de principio a fin sin dejar cabos sueltos (aún con el alto riesgo que un viaje en el tiempo conlleva), con personajes bien motivados cuyos criterios no representan ni al bien ni al mal, y donde los lujos de producción y presupuesto se justifican al hacer la historia tan verosímil como es posible, este capítulo en la saga de X-Men se realizó de manera tan competente que el espectador podrá encontrar todos los elementos que hacen una buena película, sin acudir a criterios especiales.
Recomendada.
Calificación: 4.5 / 5